COP29 en Bakú

La COP29, que se celebra en Bakú durante los días 11 al 22 de noviembre, reúne a líderes, científicos y activistas en un esfuerzo para enfrentarse ea mayor desafío de nuestro tiempo: el cambio climático. Durante estas dos semanas, las negociaciones se centrarán en cómo garantizar que el calentamiento global se mantenga por debajo de 1.5 °C, como establece el Acuerdo de París. Esta misión no solo busca proteger el planeta hoy, sino también asegurar un futuro habitable para las generaciones venideras.

Un compromiso global imprescindible

Aunque algunos líderes mundiales no han asistido a esta cumbre clave, la lucha contra el cambio climático no debe depender de nombres ni cargos. La transición hacia un modelo sostenible requiere de un esfuerzo colectivo. Los países del Norte Global tienen una responsabilidad histórica y moral de apoyar financieramente a las naciones en desarrollo, que enfrentan las consecuencias más devastadoras de esta crisis pese a ser los menos responsables de su origen.

El presidente de la COP29, Mukhtar Babayev, advirtió que el actual rumbo político e industrial podría llevar a un aumento de más de 3 °C la temperatura global, con consecuencias catastróficas para el planeta.

Financiar el cambio: Una inversión de cara al futuro

La financiación climática es un pilar fundamental para alcanzar los objetivos globales. Los 100.000 millones de dólares anuales establecidos deben transformarse en inversiones reales y accesibles para los países más vulnerables. Es necesario romper con el modelo basado en préstamos y adoptar enfoques que no agraven las crisis económicas de estas naciones.

Como recordó Simon Stiell, secretario ejecutivo de la ONU sobre Cambio Climático, “este no es un acto de caridad, sino una cuestión de supervivencia”. La inversión en sostenibilidad no solo beneficiará a las naciones en desarrollo, sino que fortalecerá la estabilidad global, evitando desastres climáticos que afectan a todos.

Los fenómenos extremos nos urgen a actuar

Eventos recientes, como la DANA en España y las lluvias torrenciales en Colombia, subrayan la necesidad de una acción climática inmediata. Estas tragedias han cobrado cientos de vidas y destruido comunidades, recordándonos que ningún país es inmune a esta crisis.

Hay que tener bien claro que estos fenómenos extremos no son meras coincidencias, son el resultado de un planeta que se calienta y una llamada de atención para proteger lo que aún podemos salvar.

Por un legado verde para las próximas generaciones

La lucha contra el cambio climático no es solo una batalla política, es un compromiso ético con las generaciones futuras. Apostar por las energías renovables, reducir las emisiones y proteger los ecosistemas son acciones que trascienden las fronteras. Cada país, cada líder y cada ciudadano tiene un papel en esta misión.

Aunque figuras como Donald Trump han calificado el cambio climático como un “engaño” y prometido políticas que aumentarían la dependencia de combustibles fósiles, el progreso hacia un futuro sostenible no se detendrá. Iniciativas como la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) en Estados Unidos han demostrado que la transición ecológica no solo es posible, sino que también genera empleos y fortalece las economías locales.

Un futuro que aún podemos cambiar

La COP29 es más que una cumbre diplomática, es una plataforma para el cambio, una oportunidad para construir un futuro donde las generaciones venideras puedan vivir en un planeta seguro y próspero. Actuar ahora no solo es una necesidad urgente, sino también un deber hacia quienes heredarán la Tierra.

La defensa del medio ambiente no es solo una causa, es una promesa de esperanza y un compromiso con la vida. La historia juzgará nuestras decisiones, y aún estamos a tiempo de escribir un futuro mejor.