Nos vamos pa’ Valencia

Nos vamos pa’ Valencia.

Ha llegado el día compañeros.

Varios de nosotros ya agarraron el mocho y las botas y se adelantaron a viajar a Valencia para arrimar el hombro.

Llegado el fin de semana, toca dejar de lado los paneles solares y toca enfundarse el traje de la solidaridad y del coraje. No queda otra. Se trata de nuestros hermanos. Se trata de nuestra gente. Se trata de personas como tu y como yo que han visto como en un día lo han perdido todo… TODO… enseres, casas, vecinos, familiares, hijos, ilusiones, futuro… y hasta las ganas de seguir viviendo.

Si algo nos debe diferenciar de la barbarie y del salvajismo es, precisamente, nuestra capacidad de ayudar a nuestro prójimo, aun a sacrificio de lo nuestro. Porque nuestros muchos “pocos” pueden sumar mas de lo que ellos necesitan, y ahora mismo lo necesitan todo.

Tomás y Javier camino de Valencia.
Nuestros compañeros Tomás y Javier instantes previos a dirigirse a Valencia.

Cuidemos a nuestra gente como nos gustaría que nos cuidasen si nos llegase a pasar a nosotros. Es sencillo. Acerquémonos a la zona cero y pongámonos en su pellejo. Es la mejor forma de comprender el alcance de lo que necesitan y de darse cuenta de que cualquier cosa que hagamos, por pequeña que nos parezca, es algo que, de no hacerlo nosotros, no habrá nadie que lo haga.

La dimensión del trabajo es inconmensurable, tanto como lo es la de la propia tragedia. Pero nos sobran arrestos y orgullo para afrontarlo y superarlo, para saludar con la mirada a nuestros hermanos y decirles ¿por dónde empiezo?, para dejar los estudios aparcados y agarrar la pala, para sacrificar el fin de semana y empuñar el cepillo, la escoba, el mocho o como lo llaméis. Cada palada de barro, cada coche retirado, cada ropa entregada, cada consuelo dado, no hace sino devolverles parte de lo perdido, quizás, en el mejor de los casos, una sonrisa, una pizquita de esperanza, un algo así como de sentirse seguro y confiado de que, en una sociedad como la nuestra, siempre habrá alguien que nos ayude. Y eso vale mucho. Eso es muy grande. Eso nos convierte en el mejor país del mundo, sin duda.

Pocas ocasiones tan evidentes nos pone la vida por delante para demostrar el amor por el prójimo y el ADN tan solidario y tan propio de nuestro país.

Ha llegado el día compañeros.

Nos vamos pa’ Valencia.